El acoso laboral, mejor conocido como mobbing, es una práctica que desafortunadamente se presenta en casi todas las empresas. En 2019, una encuesta realizada por OCC reveló que 7 de cada 10 trabajadores fue víctima de acoso por parte de sus jefes u otros colaboradores de puestos superiores.
La gravedad de esta situación hace necesario que las áreas de recursos humanos aprendan a identificarlo e implementen medidas o estrategias de comunicación para manejarlo de la mejor forma, con el fin de dar apoyo a quienes son víctimas.
Según la OMS, el mobbing se define como una situación de violencia o acoso recurrente que se da por una o varias personas contra una víctima, con el fin de aislarlo del grupo laboral e incluso provocar su despido o renuncia. El mobbing se caracteriza por conductas hostiles y tortura psicológica contra la o las víctimas.
Formas en que se presenta el mobbing:
• Difundir rumores o calumnias, ya sea de forma oral o en plataformas digitales como mails y redes sociales.
• Excluir a una persona de las actividades grupales o en equipo.
• Insultar, amenazar o atacar de forma verbal o escrita a la víctima.
• Asignar tareas o proyectos que son prácticamente imposibles de cumplir en el plazo y condiciones que se indican a la víctima.
¿Cómo identificar el mobbing en tu compañía?
• Mantenerse alerta para detectar cuando se está difundiendo información sobre un colaborador o está siendo víctima de violencia.
• Identificar el tipo de abuso que está sufriendo la víctima, así como la o las personas que lo están llevando a cabo.
• Establecer vínculos de comunicación con la víctima para saber cuál es la situación y el tipo de ayuda que necesita.
También, es necesario tener un plan para actuar en el momento en el que se identifique una situación de mobbing. Entre las acciones que puedes implementar están:
• Establecer el tipo de sanción que recibirán los victimarios, de acuerdo a la gravedad de la situación.
• Crear un plan de acción en caso de que este comportamiento agresivo continúe.
• Implementar las sanciones primarias a los victimarios, así como las secundarias en caso de reincidencia.
• Ofrecer apoyo a la víctima con el fin de que pueda superar esta situación.
Recuerda que cuidar la salud emocional de tus colaboradores es fundamental, no sólo para cumplir con las normas oficiales sobre el tema, también para crear un ambiente laboral sano en el que el trabajo en equipo y la buena comunicación ayuden a obtener los mejores resultados.
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